miércoles, 19 de noviembre de 2008

CUBA EN EL PIRINEO

Pues aquí estamos en otro entrañable día de Otoño, el fin de semana queda ya en el pasado y esta es la crónica de lo sucedido:

Los pasos en mi búsqueda de la felicidad, este final de semana me ha llevado otra vez al fantástico valle de CHISTAU. Esta vez el equipo que me acompañó y del cual me siento orgulloso, YES WE CAM, estaba comprendido por Iris and Layla, the cansi Systers, recién llegada Layla de su periplo por la isla rebelde del Caribe y con ganas de frio y laderas blancas se apuntó al mini travel, historias, anécdotas y nuevas formas de entender las relaciones, se mostraron ante nuestras atónitas miradas, por unos momentos, la Fufu se convirtió en la terraza de una casa de la Habana, con vistas al malecón, abarrotado de cubanos con puros, arcaicos coches de época, turistas con sobredosis de ron tambaleándose al son de salsa e imposibles curvas negras. Por lo que dice la gente que ha estado, me parece increible que luchen por un sistema que les oprime, se dejen gobernar por un desfasado, al cual le importa mas su orgullo de revolucionario, antes que el pueblo, por eso, unos escapan para no volver y otros se quedan a sobrevivir en una revolución llena de dudas. El otro miembro perteneciente al cuarteto de ángeles, no es, ni mas ni menos que el siempre polémico y gordo Gori de todos los santos.



La verdad que se tarda en llegar al valle desde los madriles, uff, pero a las 03:30 de la madrugada hacemos aparición y directos al sobre. A las nueve del sábado noto el calorcito y la luz intensa del sol en mi cara, venga chavales un buen desayuno que nos vamos de exploración. Tranquilamente pasamos el sábado de aquí para allá, espectacular panorámica de la cara Oeste del Poset que me tiene loco, imagino las escaladas por sus aristas y corredores, mas de mil metros de pared, con nieve excelente, venteada y durita para una buena ascensión. Tomar nota queridos compis, tomar nota.





La tarde va cayendo, algún barranco con posibilidad de formación de cascadas y una cabañita pa 6 almas, a todo confort, son los descubrimientos de la zona, las cumbres comienzan a cambiar el color de sus laderas con la puesta de Lorenzo, tonos amarillentos y rosados se van sucediendo a la vez que regresamos. El sol, cansado de derretir nieve (mamón), se oculta tras las cumbres mas occidentales y hace su aparición la luna casi llena, llena de luz y buenas sensaciones para realizar una ascensión. Nosotros nos acoplamos en los sacos y vamos dejandonos llevar por el mundo de los sueños, mañana toca ascensión.
A las siete de la mañana con las primeras luces del día, nos levantamos a la primera, todo es correcto, sin nubes, sin vientos fuertes y con muchas ganas, pero la enfermedad ha visitado por la noche a Iris, los retortijones y ganas de vomitar son ahora, los dueños de su cuerpo. Cambio de planes, Idea: Ascender por la cara oeste del Poset, buscando las laderas norte con lo esquis para buscar la nieve sin transformar y realizar un buen descenso. Dicho y hecho, subidita a la sombra por laderas empinadas, sembradas de arboles, los caprichosos abetos, que sobre pueblan la zona, nos hacen realizar mil y una vuelta maría, al final y después de superar un desnivel de 500 m, llegamos a los 2.200 m de altitud, donde poco a poco, la vegetación va desapareciendo, las laderas se moderan y desembocamos en un vallecito colgado, el sol nos saluda otro día mas, y de momento hasta este punto es nuestro limite para proseguir con los esquis. Allí estábamos, los tres, con nuestra panorámica del valle a los pies y mil metros de vertiente por encima de nuestra cabeza, almuercito con su canutito, fotito y mas historias de Cuba con risas. Aprovechamos el tiempo antes de realizar la bajada, que sera sin mas, el principio del fin. Bajada dura por el bosque, bastante exigente la nieve que según las partes iba cambiando de dureza, unas primeras palas amplias, hacen que vallamos cogiendo confianza en nuestra pobre técnica para adentrarnos en el bosque, caídas, embarques y cruces de ríos sera nuestra lucha para conseguir bajar por la espesura vegetal.


Al final, todos enteros y contentos, ha sabido a poco como siempre, así es la travesía, horas y horas de duro esfuerzo por superar los desniveles, para luego en cuestión de pocos minutos comerte la bajada. Pero a caso hay un mejor vehículo para el invierno.



Pd: Iris ha sobrevivido.